Se calcula que un 20% de los niños tendrán algún defecto óptico durante su niñez
Detectar problemas visuales a temprana edad puede marcar una gran diferencia en la adultez. Usar lentes o parches permite que el “ojo enfermo” se entrene y mejore sus capacidades pese al padecimiento que tenga. Por lo anterior, es que a los cuatro años es recomendable hacer un examen oftalmológico completo. El oftalmopediatra, Hernán Iturriaga, de la Fundación Oftalmológica Los Andes entregó recomendaciones y derribó mitos de los niños y su salud visual.
¿Cuándo es correcto hacer un examen oftalmológico a los niños?
Se ha consensuado que alrededor de los 4 o 5 años debe hacerse un chequeo oftalmológico a los niños porque en algún minuto de su infancia es bueno saber cómo viene la mano. Si tienen diferencias entre un ojo y otro, si existe microestrabismo no detectado, y en qué rango están los defectos ópticos.
Si se detectan aún existen muchos años para trabajar sobre esos defectos. Lo ideal sería determinarlo en niños aún menores, pero por términos operativos es difícil. Pese a lo anterior, en niños que vienen de familias con antecedentes se debe hacer un examen de todas maneras y también cuando hay alguna sospecha puntual.
¿Qué señales pueden observarse a simple vista por los padres?
Las conductas que tengan los niños no son tan decidoras para detectar problemas visuales en los niños porque ellos se adaptan y hacen lo que tienen que hacer (que es básicamente jugar). Si el problema que presentan es realmente serio, es decir, si son casi ciegos, se observan conductas más torpes, se acercan mucho a los objetos, pero estos casos son minoría.
Por ejemplo, 5 de cada 10 niños que se acercan a la televisión son sanos. Más lo hacen por prestar excesiva atención a lo que están haciendo y les llama la atención.
¿Cómo se realizan los exámenes a los niños?
Son muy similares a los que se hacen a los adultos. En vez de identificar el nombre de la letra se les pide que identifiquen el sentido en que están dispuestas las figuras de maneras que con los dedos puedan imitarlo y mostrar si es hacia arriba, abajo, izquierda o derecha. Otra forma de examinarlos es que señalen cuál de las figuras que tienen sobre la mesa es la que se está proyectando en la pared en diferentes tamaños. Estas técnicas funcionan desde los 3 años hacia arriba.
¿Enfermedades más comunes?
Los estrabismos son más comunes, afectan a un 2% de la población.
La Amblioplia es otra enfermedad que puede resultar común, o el ojo flojo, que se puede producir por estrabismos -perceptibles o no- o por diferencias ópticas entre un ojo y otro. Esto pasa cuando el ojo más malo no se desarrolla igual que el más bueno y cuando además la competencia con el ojo bueno lo deja peor. Esto no se nota en la vida diaria porque el cerebro selecciona el ojo bueno y así la vida se adapta.
Los defectos ópticos (miopía, astigmatismo, hipermetropía). Se calcula que un 20% de los niños tendrán alguno de estos defectos durante su niñez.
¿Qué formas existen de mejorar los defectos ópticos?
Lo importante es eliminar los factores que inhiben el desarrollo normal. Por ejemplo, el uso de parches y lentes no cambian nada de lo que por genética tocó, sino que previenen el desarrollo de secuelas. Si hay un ojo bueno y otro malo, al bueno se le pone parche para que el malo desarrolle visión por sí solo pese a que siempre será un ojo malo ópticamente. Para corregirlo por definitivo hay que esperar a ser adulto e intervenir quirúrgicamente en los casos en que sea posible.
Pese a que existe la posibilidad de operar cuando son adultos problemas como cataratas, desprendimientos de retina, etc., si durante la niñez no se estimuló y no se educó al ojo no sirve de nada porque ahí la visión se afecta de por vida y la cirugía solo reestablece la visión que se tenía antes.