Enfermedades oculares más comunes que se manifiestan durante los primeros años de vida
La doctora Anabella Valenzuela, oftalmopediatra de la Fundación Oftalmológica Los Andes, describe los problemas oculares más frecuentes durante los primeros años de vida, a qué señales poner atención y cuáles son sus tratamientos. Además, desmitifica y detalla en qué consisten los primeros controles oftalmológicos en niños.
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Obstrucción congénita del conducto lagrimal:
En el primer año de vida es la patología más frecuente, y se manifiesta a través de lagrimeo constante e infecciones (conjuntivitis), las cuales se repiten a pesar del tratamiento con antibióticos. Es de buen pronóstico, porque en más del 90% de los casos mejora espontáneamente, ayudada por tratamiento médico consistente en masajes del saco lagrimal (los cuales deben ser enseñados por el especialista) y uso de antibióticos locales.
Cuando el problema no se resuelve entre los 8 y 12 meses de vida, se procede a realizar un sondaje bajo anestesia general.
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Aparición de chalaziones en los párpados:
Esta es otra de las patologías frecuentes en los primeros años. Los chalaziones en los párpados son un aumento de volumen que ocurren porque se tapa una glándula sebácea y se produce un proceso inflamatorio con formación de una cápsula. En los niños pueden darse varios simultáneamente, cambiando de localización. Es un problema incómodo para los padres, pero inocuo para el menor, por lo cual hay que tener paciencia y esperar una eventual resolución mientras se aplica calor local a diario.
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Estrabismo:
La desviación de uno o ambos ojos, que se manifiesta en los primeros meses de vida, es uno de los problemas más relevantes. Su aparición debe ser motivo de consulta inmediata, tanto porque debe descartarse alguna enfermedad causal como porque el tratamiento debe ser lo más precoz posible para conseguir los mejores efectos funcionales. Es un error esperar “porque todos los niños pueden desviar en los primeros meses” como creen muchos. A los 4 meses ya los ojos deben estar perfectamente alineados.
Hay otras formas de estrabismo que aparecen más tardíamente, después de los 2 o 3 años, muchas de las cuales se deben a hipermetropía y se corrigen con lentes.
¿En qué consiste una consulta oftalmológica en niños?
El primer control visual, que descarta patologías gruesas, lo hace el neonatólogo. Si hay antecedentes familiares de enfermedades oculares o de uso de lentes en varios miembros de la familia, se puede consultar al año. De lo contrario, el primer control de rutina debe ser a los 4 años, cuando el desarrollo visual permite aún corregir ciertos defectos.
Es un error creer que necesitamos “tomar la visión” como en un paciente que reconoce letras o números para hacer un diagnóstico. Existen otras formas de estimarla en el caso de los niños más bien relacionadas al reconocimiento de formas y objetos. Y finalmente, en la mayoría de los casos, en niños menores y siempre en primera consulta, se efectúa la dilatación de pupilas que permite medir objetivamente el defecto que pueda tener el niño y que requiera el uso de lentes.
Si se encuentra algún «defecto de lentes” habrá que seguir controlando cada año. De lo contrario, cada 2 o 3, dependiendo de los antecedentes familiares.
Cada control visual incluye medición de la agudeza visual, y un examen completo de todas las estructuras del ojo a través de la inspección, del uso del biomicroscopio, examen de fondo de ojos, autorrefractometría y estimación de la función binocular- cuando la cooperación del paciente lo permite.