Neuropatía Óptica Isquémica
La neuropatía óptica hace referencia a una lesión o pérdida de funcionalidad en el nervio óptico que puede estar originada por múltiples causas, produce pérdida de visión y déficit en el campo visual.
Son muchas de las enfermedades que la provocan, las cuales actualmente, no tienen un tratamiento efectivo. Entre estas, está el glaucoma.
En el caso de la Neuropatía Óptica Isquémica, se produce por la falta de riego sanguíneo de las neuronas que forman el nervio óptico, lo cual ocasiona una necrosis y pérdida de su funcionamiento.
Puede estar producida por un infarto del nervio óptico u otras enfermedades como la arteritis de la temporal.

Signos y síntomas
- La neuropatía óptica isquémica (NOI) representa un grupo de desórdenes isquémicos del nervio óptico (NO). Esta entidad constituye un infarto de la papila y más raramente de la porción posterior del nervio óptico.
Tratamiento
El diagnóstico y tratamiento precoz son de gran importancia para evitar su progresión. En la actualidad no existe ningún tratamiento eficaz capaz de revertir por completo el proceso de deterioro visual ocasionado por la isquemia aguda o crónica de la Neuropatía Optica Isquémica (NOIs). Si bien es cierto lo anterior, existen una serie de medidas que se pueden tomar en orden de mejorar el estado visual tanto en lo que respecta a la agudeza visual como al campo visual.
Aunque los tópicos que se detallan a continuación, no han demostrado ser del todo útil en el tratamiento de las NOIs, el uso de los mismos en combinación y previa individualización de cada paciente aumenta la calidad visual de cada uno de ellos.
- Aspirina: Las propiedades beneficiosas del uso del ácido acetil salicílico (ASA) en las NOIA-NA resulta bastante controversial, sobretodo en evitar el infarto del NO contralateral.
- Vitaminas y ácido fólico: Constituyen un elemento esencial en el metabolismo celular y equilibrado funcionamiento del endotelio vascular, por lo que su prescripción en los pacientes con NOIA-NA pudiera constituir un pilar importante en la atenuación de la injuria y disfunción endotelial.
Las terapias quirúrgicas han sido desarrolladas, pero hasta ahora sin éxito probado.