Ambliopía
La ambliopía, también conocida como “ojo flojo”, es la pérdida de visión de uno o ambos ojos por una falla en el desarrollo del sistema visual durante la infancia, periodo en el cual se “aprende a ver”. Se produce porque las vías que comunican el ojo con el cerebro no son estimuladas de manera apropiada y de esta manera el cerebro favorece el desarrollo de la visión de un solo ojo.
Puede ser el resultado de una pérdida del alineamiento de los ojos (estrabismo), de un desbalance significativo en el poder refractivo de los ojos (altas ametropías: miopía, hipermetropía o astigmatismo), o secundario a deprivación (catarata congénita que impida la entrada de luz al ojo o caída completa del párpado desde el nacimiento por ejemplo).
La ambliopía puede ser tratada exitosamente cuando se detecta en forma precoz, logrando al término de la niñez (10 años aproximadamente) una visión normal. Si el tratamiento es tardío, por el contario, puede resultar en una pérdida de visión en el ojo que no es usado adecuadamente.

Signos y síntomas
- Puede sospecharse cuando hay desviaciones evidentes de uno o ambos ojos o cuando hay una pérdida del rojo pupilar (como en el caso de una catarata).
- Sin embargo, cuando hay una diferencia en la capacidad de enfocar entre un ojo y otro puede no ser evidente y la única manera de detectarlo es evaluando la visión de cada ojo por separado.
- Es por ello que se recomienda que TODO niño, independiente de los síntomas, tenga una evaluación de visión a los 4 años de edad.
Tratamiento
- Detectar la causa (estrabismo, alta ametropía, deprivación).
- Corregir con un lente o anteojos (lente de contacto en determinadas ocasiones) el error refractivo.
- Forzar el “ojo flojo” a trabajar (usando un parche, una gota que genere visión borrosa en el ojo sano o dejando en el lente el ojo sano desenfocado).
- El tratamiento dura hasta los 10 años aproximadamente, ya que dada la plasticidad del sistema, todo lo ganado se puede perder hasta esa edad.