¿Cómo son los exámenes oftalmológicos infantiles?
Al igual que los adultos, los niños también deben realizarse chequeos oftalmológicos completos, pero por su edad, deben usarse métodos distintos para hacer los diagnósticos.
Desde la etapa de lactancia, es necesario examinar la vista de los niños para comprobar que vean bien o, en el caso de que padezcan de alguna enfermedad visual, iniciar los tratamientos correspondientes de manera oportuna.
¿En qué consiste un examen oftalmológico para niños?
Los exámenes oftalmológicos infantiles tienen distintas partes, en las que las técnicas pueden cambiar de acuerdo a la edad del paciente. Estos son los aspectos que se evalúan en estos exámenes:
1.- Visión
En el caso de los lactantes, se evalúa si el niño es capaz de seguir un objeto con cada ojo por separado. Se sabe que existe una diferencia de visión entre un ojo y otro cuando el niño se resiste a ocluir uno de ellos por parte del examinador.
En los preescolares, la visión se evalúa identificando figuras, analizando hasta qué tamaños puede ver el niño.
A partir de los 4 años, en la medida en que los niños entran al colegio, se puede utilizar la cartilla de Snellen con las letras E en diferentes direcciones para analizar la visión.
Desde los 6 años en adelante, se pueden usar números o letras, lo que es más parecido al examen que se realiza en los adultos.
2.- Refracción
Cuando los niños son preverbales o la visión evaluada no es la esperable para la edad, se debe realizar una refracción bajo cicloplegia, que permite medir la capacidad de enfocar que tiene el paciente sin que deba decirnos cómo ve.
Para ello, se administran gotas de ciclopentolato en ambos ojos, lo que dilata las pupilas y paraliza el músculo que permite enfocar. Luego, se debe esperar entre 30 y 40 minutos para volver a examinar al paciente y realizar el examen.
3.- Alineamiento
Para poder determinar si un niño tiene o no estrabismo (pérdida del alineamiento ocular) se utiliza el Cover Test.
En este examen, el paciente debe mantener la mirada en un objeto cercano y uno lejano, y tapar de manera intermitente cada uno de los ojos para determinar si existe un movimiento de corrección cuando se cambia la fijación.
4.- Motilidad
Utilizando un objeto de interés del paciente, se evalúan las distintas posiciones de la mirada determinando si los ojos se mueven de manera simétrica.
5.- Presión ocular
La presión ocular se puede medir, en el caso de los niños, digitalmente o utilizando algunos instrumentos denominados tonómetros de rebote.
6.- Reflejos
Con una luz se deben iluminar las pupilas y medir cómo reaccionan (se contraen) ante este estímulo.
7.- Biomicroscopía
Para este examen se utiliza un microscopio que permite ver con más detalles las diferentes estructuras de los ojos. Cuando los niños son muy pequeños, se utiliza un microscopio portátil o similar.
8.- Fondo de ojos
Es muy importante evaluar las estructuras internas del ojo, como la retina o el nervio óptico, porque las alteraciones en el fondo de los ojos pueden estar asociadas a la aparición de un estrabismo, pueden explicar mala visión por malformaciones congénitas o pueden permitir la detección de tumores oculares que se presentan en la infancia.
Para realizar este procedimiento en un menor de edad, muchas veces es necesario dilatar las pupilas para poder examinar, ya que la falta de cooperación o el tamaño pequeño de las pupilas de los niños hacen más difícil la evaluación.