Cirugías

Cirugía del Desprendimiento Retinal

El objetivo de esta cirugía es reaplicar la retina que se ha desprendido (separado del la pared del ojo). Esta enfermedad es grave, ya que de no hacerse un tratamiento oportuno y apropiado, puede producirse una pérdida significativa de visión en forma irreversible.

Las técnicas para reaplicar la retina más comunes son 3, la retinopexia neumática, el implante epiescleral y la vitrectomía. Todas pueden ser realizadas con anestesia local y sedación.

Retinopexia neumática: Su uso se deja para los casos más simples. Se inyecta gas en la cavidad vítrea, cerca de la retina para que bloquee el desgarro retinal y el líquido que ya se encuentra desprendiendo la retina pueda ser reabsorbido por el organismo. Esta inyección debe acompañarse de colocación de frio localizado al desgarro (crioterapia) o laser (calor) rodeando el mismo, para inducir una reacción de cicatrización y cierre hermético de los bordes del o los desgarros. En el post operatorio la posición de la cabeza puede que se haga inclinar hacia alguno costado para poder bloquear desgarros que se ubiquen en esas posiciones

Ventajas: Rápido, de bajo costo.

Desventajas: Sólo indicado en desprendimientos simples sin tracción vítreo retinal.

Implante epiescleral: consiste en tratar el o los desgarros con crioterapia y luego suturar un implante de silicona a la esclera, logrando con ello una indentación de la pared ocular y acercar ésta a la retina desprendida. Para lograr una buena indentación del implante en la mayoría de los casos hay que hacer una punción para drenar el líquido subretinal . Es obligatorio dejar al paciente en reposo la primera semana del post-operatorio.

Vitrectomía: técnica más compleja que requiere de equipos sofisticados como el vitrector, endolaser, endoiluminación, sistemas de campo amplio e inversores de imagen, etc. Esta técnica que ha ido ganando presencia en los últimos años, se ha convertido en la técnica más frecuente para esta patología. Consiste en ingresar a través de 3 incisiones esclerales al interior del ojo y trabajar desde adentro con instrumentales especiales (una luz, una irrigación y un instrumental). El principal instrumental es el vitrector que permite cortar el humor vítreo y aspirarlo, logrando liberar tracciones y facilitar la reaplicación de la retina. Es una cirugía de mayor complejidad quirúrgica, muchas veces prolongada.

 

Tratamiento

La recuperación de la operación de desprendimiento de retina generalmente es lenta, requiere de varias semanas, habitualmente se extiende una licencia médica de un mes.

Muchas veces es necesario adoptar ciertas posiciones de la cabeza en el post-operatorio algo molestas durante los primeros días, pero que son indispensables para lograr una adherencia efectiva de la retina. Dependiendo de la complejidad de cada caso, siempre existe algún riesgo de que la retina nuevamente se desprenda y sea necesario re-operar.

Exámenes asociados a la cirugía

Se requiere previo a la cirugía exámenes médicos generales como electrocardiograma, perfil bioquímico y hemograma para evaluar el estado general de la salud.

Enfermedades asociadas a la cirugía

Los factores de riesgo más frecuentes del desprendimiento de retina son la alta miopía, el antecedente de cirugía previa de catarata y el trauma ocular.