6 consejos para cuidar la salud visual de los niños
Llega marzo y con ello también las preocupaciones sobre nuestros niños en edad escolar. ¿Sabes cada cuánto debes controlar con un oftalmólogo a tu hijo? ¿Sabes cómo prevenir problemas visuales?
La doctora Olga Acuña, especialista en oftalmopediatría de la Fundación Oftalmológica Los Andes, entrega algunos consejos:
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Espacios de estudio en casa bien iluminados:
Nuestros ojos están adaptados para funcionar de mejor manera con la luz y no con la oscuridad. Por lo tanto, para un mejor desempeño y evitar el cansancio y la fatiga, es recomendable trabajar en ambientes bien iluminados, ya sea con luz natural o artificial.
De ser artificial, se recomiendan luces más bien cálidas, que tienden a ser más confortables cuando son varias las horas de trabajo.
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Mantener una dieta equilibrada e hidratación correcta:
Una alimentación balanceada y rica en vegetales que integre alimentos como brócoli, espinacas o las zanahorias, por ejemplo, permite proveer de micronutrientes y vitaminas que son importantes para el funcionamiento de las células encargadas de la visión.
Sólo algunas condiciones que provocan mala absorción de algunos alimentos o dietas poco balanceadas podrían generar, a largo plazo, un malfuncionamiento a nivel visual.
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La TV a no menos de 2 o 3 metros del niño:
La televisión debiera estar al menos a unos 2 a 3 metros de distancia de un niño (también de un adulto). Si su visión es normal, no debiera tener dificultades para poder visualizar la imagen de manera correcta a esa distancia. Si está en penumbra o con baja iluminación, no generará daño en los ojos, pero será una visión menos confortable que con mejor iluminación.
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Controlar con oftalmólogo una vez al año desde los 4 años:
Es recomendable que cualquier niño, independiente de los síntomas o signos que pueda presentar, tenga una evaluación de su visión cuando entre al colegio, alrededor de los 4 años, dado que la visión se desarrolla durante los primeros 8 a 10 años de vida. Si un niño nunca ha visto bien, no sabe lo que es normal y por ende no lo verbalizará. Por otro lado, también puede ocurrir que un ojo tenga visión normal y el otro no vea de la misma manera. Esta situación puede no ser percibida por el niño ni por sus padres porque solo trabaja «el ojo bueno». Por ello es importante el chequeo médico. El siguiente control deberá realizarse de acuerdo con los hallazgos de esa primera evaluación; al año si necesita lentes o más distanciado (a los 2 o 4 años) dependiendo de los antecedentes familiares.
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Controlar el uso de equipos electrónicos como celulares, tablets o pantallas en general:
El uso cada vez más frecuente de dispositivos electrónicos promueven el trabajo visual cercano más que a la distancia. A pesar de que actualmente no contamos con trabajos de investigación a largo plazo que evalúen los efectos secundarios de su uso, ya se han descrito casos de aparición de estrabismo en adolescentes que usan dispositivos electrónicos por más de 8 horas. Además, su uso prolongado (más de 60-90 minutos) genera molestias como ardor, sensación de pesadez y enrojecimiento de los ojos producto de la falta de lubricación. Esto podría generar la aparición de problemas visuales si su uso es indiscriminado. La recomendación es que se usen con moderación, entre una y dos horas al día como máximo, y hacer pausas frecuentes durante la utilización.
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Durante las horas de estudio es importante que descansen la vista cada una hora:
Al estar concentrado, trabajando o estudiando, la frecuencia del parpadeo tiende a disminuir de manera natural. Esto genera que después de una o 2 horas nuestros ojos se sientan cansados y que la visión pueda ser ocasionalmente borrosa. Hacer pausas de unos 3 a 5 minutos aliviará las molestias. Puede ser útil incluso el uso de un lubricante ocular de manera intermitente.